martes, 27 de julio de 2010

El Grupo Prisa Negocia con La Banca

El milagro que no cesa: Prisa negocia otra nueva prórroga con la banca
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Juan Luis Cebrián (i) junto a Ignacio de Polanco en la Junta General de Accionistas (EFE).
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@D.Toledo/A.Marco.- 27/07/2010 (06:00h)

La paciencia de la banca con Prisa no se agota. Los Polanco negocian con sus bancos acreedores ampliar en cuatro meses el plazo que le dieron a la compañía para cumplir con las condiciones impuestas para la reestructuración de su deuda. “El HSBC está por la labor de liderar un waiver del 30 de julio al 30 de noviembre”, aseguran fuentes financieras. Es territorio conocido por el grupo, que ya logró en 2008 y 2009 sendas prórrogas al vencimiento de su crédito puente. La deuda a 30 de junio ascendía a 4.747,95 millones de euros
Prisa anunciaba el pasado 22 de febrero que había firmado un acuerdo de principios con sus bancos acreedores (HSBC, Santander, Banesto, Caja Madrid, La Caixa, BNP Paribas y Natixis) para extender en tres años el vencimiento del crédito puente, suscrito en diciembre de 2007 con objeto de financiar la opa por el 100% de Sogecable. El acuerdo quedaba condicionado a la reestructuración de su préstamo sindicado. El 'sí' de las cerca de 40 entidades financieras implicadas en ese crédito llegaba dos meses después tras vencerse la resistencia de los díscolos Caja Badajoz y Calyon. El deadline de toda la deuda quedaba fijado para mayo de 2013.
Ahora bien, como adelantó El Confidencial, esa refinanciación salvadora sólo se activa si se cumplen una serie de condiciones, tres de las cuales están en alero. La primera es lograr “una inyección de capital no inferior a 450 millones” en la operación que negocia con la sociedad americana Liberty Acquisition Holdings Corp. En segundo lugar, vender un porcentaje de su filial lusa, Media Capital, o al menos conseguir “un compromiso de un banco de inversión para lanzar una oferta pública de venta de esa participación minoritaria”. Finalmente, la compañía debe dar garantías sobre su participación indirecta en Telecinco y Digital Plus.
El retraso en la ejecución de todos estos requisitos es lo que obliga a Prisa a pedir árnica. En la compañía hay pocas dudas de que las operaciones saldrán adelante, pero nunca antes del 30 de julio. De hecho, se manejan plazos incompatibles con las exigencias de los bancos. La votación de los accionistas de Liberty para decidir si entran en el capital de Prisa no se producirá antes de finales de agosto o principios de septiembre. Miguel País do Amaral, empresario portugués con quien Prisa negocia la venta de Media Capital, decía hace unos días que las negociaciones avanzaban despacio. Y las autoridades de Competencia tendrán en estudio la venta de Cuatro a Telecinco y la entrada de Telefónica y Mediaset en Digital Plus al menos hasta septiembre.
Nicolas Berggruen y Martin E. Franklin reduzcan sensiblemente su aportación al capital de Prisa, incluso por debajo de los 450 millones que pide la banca. Inicialmente estaba prevista una aportación de 900 millones de dólares (casi 700 millones de euros).
Como ha explicado este diario, los accionistas de la sociedad americana tienen diferentes vías para bloquear o salirse del acuerdo. Para empezar, si en la votación un 30% de los socios exige el reembolso de su aportación, la operación queda automáticamente anulada. En caso de que la propuesta se apruebe, quienes hayan votado en contra tienen derecho a exigir que se les devuelva su inversión inicial. En ese caso, la salida de liquidez podría activar la condición resolutoria de mantener en el balance al menos 900 millones de dólares. La clave está en que a los accionistas de la sociedad americana no les compense más la disolución de Liberty que la transacción con Prisa.
Y para eso no hay otro camino que mejorar la ecuación de canje. Es más, a día de hoy la acción de Prisa hace “técnicamente inviable” el acuerdo. Prisa cerró ayer en 2,150, un 35% por debajo del precio al que cotizaba el día que se anunció la operación el 5 de marzo. Según un estudio de JB Capital Markets, el precio de break-even en las actuales condiciones estaría entre 2,5 y 2,6 euros por título. “Franklin no puede vender a sus accionistas que hay que pagar la acción a tres cuando vale dos. Liberty podría hacerse con una participación mayor por el mismo dinero y los Polanco diluirse aún más. Esa es una solución”, aseguran recientemente a este diario fuentes del mercado. Fuentes próximas a las negociaciones aseguran que la operación está garantizada, pero insisten en requerirá un nuevo diseño.

domingo, 11 de julio de 2010

Panrico a la quiebra

ECONOMÍA
La banca se queda con el pastel
Los donuts cambian de dedo. Con un agujero de 605 millones, Panrico acaba en manos de sus entidades acreedoras
F. PÉREZ / MADRID
Día 10/07/2010
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Cambio de receta, y presentada en nuevo envase. Sin demasiadas opciones plausibles para la venta o la refinanciación en el actual contexto económico, el fondo británico de capital riesgo Apax Partner se ha resignado finalmente a dejar a medio cocinar su proyecto inversor en Panrico, que pasará ahora a estar controlada casi en su totalidad por la banca acreedora. Tras varios meses de negociaciones, el grupo alimentario ha alcanzado esta semana un principio de acuerdo con las distintas entidades financieras a las que debe 605 millones de euros. Entre los acreedores están Caja Madrid, ING o La Caixa, aunque la deuda está tan repartida que los nuevos dueños de los donuts y el bollycao rondan el centenar.
La capitalización de ese pasivo permitirá a Panrico rebajar su agujero hasta los 350 millones. La operación, que se sellará antes de que acabe el mes, y cuyos flecos legales no irán en todo caso más allá de septiembre, implica también que el plazo de devolución de la deuda se alargue una media de dos años, hasta finales de 2015. Y como ingrediente extra, incluye una inyección de 30 millones adicionales que permitirán a la compañía moldear con más calma el futuro inmediato. Además, se realizará una ampliación de capital por 288 millones para convertir los créditos participativos en fondos propios.
Se consuma así la fecha de caducidad del relumbrante proyecto que arrancó en 2005, cuando Apax Partner compró Panrico por 900 millones a la familia Costafreda, La Caixa y el Banco de Sabadell. En plena época de crecimiento, el crédito fluía y, a su rebufo, se planificó un auda plan de expansión que debería tener como colofón la salida a Bolsa. Ambición no faltó. En la primavera de 2008, Panrico se hacía con el negocio de galletas de Artiach, que completaba su cartera de marcas con referencias como Chiquilín, Artinata, Princesa o Marbú. El año pasado, la firma de inversión británica engullía a La Bella Easo, cuyo futuro es ahora una incógnita.
Pero las adquisiciones también llegaron acompañadas de desinversiones, la más significativa, la venta de las fábricas en China y Grecia, además de varios inmuebles en distintos puntos de la geografía nacional. Y en esas, la crisis comenzó a devorar y a amargar las previsiones más dulces. El consumo se desplomó y las marcas blancas empezaron a mordisquear los cimientos del sector. Panrico no fue inmune a la situación, y en las cuentas de 2008, las últimas publicadas, el grupo registró unas perdidas consolidadas de 5,8 millones. Varios préstamos participativos inyectados por Apax ayudaron a estabilizar los números. Pero ahora el horno se ha cerrado, y el escenario es completamente nuevo. E imprevisible.
De momento, la continuidad del actual equipo directivo, encabezado desde principios de año por Cesar Bardají, parece asegurada. Fuentes de la compañía afirmaron a este periódico que su prioridad es «apostar por un crecimiento orgánico», pero sin dejar de aprovechar el «músculo financiero» de los nuevos dueños para afrontar adquisiciones. «Si hay alguna oportunidad, la aprovecharemos», recalcan. Y no habrá «oído cocina» con las marcas blancas. «No son ni la primera ni la segunda prioridad. Queremos apostar por reforzar nuestras marcas, que son un valor seguro». En el horizonte, el viejo anhelo de Apax: «Salir a Bolsa en cuatro o cinco años es perfectamente posible», sentencian.