martes, 28 de septiembre de 2010

Empresas en Los Juzgados

Los propietarios de marcas celebres como Miau, Inoxcrom o Pulligan se han visto obligados a solicitar el concurso de acreedores. Un camino que también han seguido compañías emblemáticas como bermejo, el primer fabricante de espadas de Toledo.
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Son el símbolo de más de un siglo de historia económica en España. Al evocarlos, sus nombres se enredan en la memoria y nos traen, súbitamente, el recuerdo de la última vez que los vimos en el escaparate de una tienda, en las estanterías de un supermercado o en los cajones de nuestras casas. Latas de atún Miau, jerseys de Pulligan, bolígrafos Inoxcrom, folios A-4 con la marca de agua de Galgo, vajillas de Pickman La Cartuja…

Estas enseñas, que hasta ahora sólo tenían en común sus muchas décadas de vida, se han encontrado ahora en la puerta de urgencias del Juzgado de lo Mercantil, tras verse abocadas a declararse en concurso de acreedores. La competencia china, la falta de liquidez o la crisis particular de cada uno de sus sectores han acelerado su deterioro. Como música de fondo, suena el derrumbe del negocio inmobiliario, cuyos cascotes también han golpeado sus cuentas.

Un clásico
El caso de la conservera Bernardo Alfageme es paradigmático. Su origen se remonta a 1873, cuando este linaje empresarial trasladó su negocio desde Candás (Asturias) hasta Vigo, atraídos por la industria de envases de hojalata de la ciudad gallega, un aliado fundamental para comercializar salazones. El auge de la compañía se materializó en la construcción de una nueva fábrica en 1928, que aún hoy es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura industrial de Galicia.

Tras ser uno de los tres grandes del sector conservero (junto con Calvo o Escurís), la quinta generación de la familia decidió traspasar la sociedad, que cayó en las manos del grupo inmobiliario Promalar. Dos años después, se declaraba insolvente con más de 40 millones de deuda.

Compañías emblemáticas del siglo XIX, como la naviera Trasatlántica o Pickman La Cartuja, están en un punto crítico

“La situación era complicada, pero no vendimos una empresa arruinada”, afirman fuentes del clan Alfageme, que añaden con nostalgia: “Nos hemos criado en la casa que construyeron nuestros antepasados en el interior de la fábrica, y hay trabajadores que llevan décadas vinculadas a la empresa, por lo que vemos con tristeza y dolor lo que está ocurriendo”.

Hechos aparentemente azarosos originan marcas que perviven en el subconsciente. El voraz aullido de los gatos frente a las sardinas inspiró Miau; y la unión del nombre de las dos prendas más en boga en el Londres de los cuarenta –el pullover y los cardigans–, dieron lugar a Pulligan.

Símbolo del textil
Esta empresa catalana, fundada en 1885 por la familia Jover, se hizo con el liderazgo nacional en la década de los cincuenta tras lanzar al mercado el jersey de punto menguado. A principio de los ochenta sufrió su primera gran reconversión, al despedir a 900 empleados sobre una plantilla de 1.800.

Joan Canals, el director general que lideró este proceso, adquirió posteriormente la sociedad. A partir de entonces, comenzó un nuevo proceso de crecimiento marcado por la compra de otras firmas emblemáticas (Meyba); la entrada de socios inversores (el fondo británico de capital riesgo 3i); o la deslocalización de la producción a Marruecos.

Su entrada en el siglo XXI estuvo lastrada, de nuevo, por una racha a la baja. En 2006, para obtener liquidez, vendió su fábrica de estilo modernista en Canet de Mar a la inmobiliaria Aisa, que se comprometió, a cambio, a edificar unas nuevas instalaciones para Pulligan.

El taller de forja de las espadas más antiguas de Toledo ha sucumbido por los estocazos de la competencia china

El desplome del ladrillo ha dejado esta obra a medio construir y la caída del consumo ha obligado al grupo a suspender pagos con un pasivo de 20 millones. Su filial marroquí se ha salvado del proceso.

La estilográfica de moda
Al igual que la etiqueta Pulligan, otro gran logro del márketing intuitivo de los viejos capitanes de empresa procede de la combinación de dos palabras: inoxidable y cromado. Es decir, Inoxcrom.

El creador de este bolígrafo, Manuel Vaqué Ferrandis, inició la actividad de la firma con un taller de fabricación de plumillas en los años cuarenta del pasado siglo. Desde allí, lanzó su famosa marca . El éxito de la Inoxcrom 55 –como la bautizó– rebasó fronteras. En 1965, se decidió a fabricar el primer bolígrafo.
Se convirtió en uno de los regalos favoritos de la Comunión para los niños de los ochenta y pronto se hizo un hueco en el mercado internacional, con una producción que alcanzó los 150 millones de bolígrafos al año.

Tras la muerte de Vaqué Ferrandis, en 2003, nada volvió a ser lo mismo. Las disputas entre sus herederos por el control de la empresa empeoraron su situación económica y, el pasado mes de noviembre, pidió cita en el Juzgado de los Mercantil, con un pasivo de 24,2 millones.

398%: Es el alza desde 2005 de la propensión de las firmas españolas a entrar en concurso en los últimos cuatro años, según EAE Business

Y es que, en esta crisis, han naufragado negocios que parecían eternos. Es el caso de Espadas Bermejo, la fragua toledana fundada en 1904 por un artesano que había forjado su vocación en la Fábrica Nacional de Armas Blancas de Toledo.

Esta compañía era, hace sólo unos años, líder mundial en la manufactura de sables, espadas militares y estoques de torero. Entre sus clientes, se encontraban los cadetes de la mítica academia militar de West Point (Nueva York), la Policía Montada de Canadá o los ejércitos de Argentina, Brasil, Chile y México. Pero la competencia en costes de China le ha empujado, también, a elegir el camino del concurso.

Invierno financiero
Junto a ellas, un buen grupo de viejas sociedades, que habían llegado achacosas al siglo XXI, no ha podido aguantar el invierno financiero. Una marca mítica como las vajillas de Pickman La Cartuja (la primera firma moderna de cerámica y loza artística de España), aguarda en los juzgados. La naviera Trasatlántica, fundada en 1881 por el Marqués de Comillas, también ha sucumbido en esta tormenta.
La mayoría de estas enseñas ha puesto en marcha planes para reflotar sus cuentas y evitar la liquidación: y hay también grupos inversores interesados en recuperar las marcas más prestigiosas. Pero sólo el futuro nos dirá cuáles de ellas serán capaces de vivir, quizás, cien años más.

Viajes Marsans, el caso más sonado
La antigua empresa de Gerardo Díaz Ferrán, presidente de CEOE, es uno de los mejores ejemplos de estas empresas seculares cuya insolvencia les ha puesto en riesgo de desaparecer. Decana de las agencias de viajes, Marsans fue la primera sociedad de estas características que obtuvo licencia para funcionar en España.

Su historia comenzó a escribirse en 1910 en los números 2 y 4 de la Rambla de Canaletas (Barcelona). En esa dirección, estaba situada la sede de Banca Marsans, un negocio familiar. Hasta entonces, el turismo había pasado completamente desapercibido para los empresarios españoles, pero la apertura del Hotel Ritz de Madrid ese mismo año y el creciente flujo de viajeros en Europa llevaron a la entidad bancaria a apostar por este nuevo nicho de negocio, con la creación de una nueva división: Viajes Marsansrof.

En 1964, los fundadores vendieron la empresa al Instituto Nacional de Industria (INI), con Manuel Fraga como ministro de Información y Turismo, que ya contaba con otras compañías como Renfe, Iberia, Aviaco y Paradores, entre otras. En 1985 toman el control del grupo Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual.

Víctimas de la construcción con rancio abolengo
El crash de la construcción ha empujado al abismo a numerosas empresas vinculadas a este sector desde hace muchas décadas, donde la caída de la actividad y, sobre todo, los impagos por parte de los grandes contratistas, se han cebado con compañías que podían presumir de tener un rancio abolengo dentro de este negocio, mucho antes de la época del boom.

Es el caso de la centenaria Cerámicas Diago, con sede en Castellón desde 1908, una compañía que pertenece a Fernando Diago, que ha estado al frente de la patronal española del sector cerámico. Otra compañía histórica vinculada a la actividad constructora es la sevillana Derribos Pavón, que ha sucumbido bajo el peso de la piqueta de los impagos. Esta enseña es bien conocida en la capital hispalense por la relevancia de los edificios que, a lo largo de las décadas, se han desplomado bajo el peso de sus máquinas.

“El único día que entré en la Universidad, la derribé”, decía su fundador. Era literal: tumbó el antiguo templo del saber de la sevillana calle Laraña. También tiró, a finales de los 60, el palacio de los Sánchez Dalp sobre el que hoy se levanta El Corte Inglés de la Plaza del Duque; y derribó el histórico hotel Madrid, media Plaza Nueva y decenas de palacios y casas del casco antiguo, lo que le valió que el escritor Joaquín Romero Murube lo llamara “el verdugo de Sevilla”.

Ahora, el impago de las constructoras le ha empujado a la quiebra. Con más de 100 años de experiencia, también ha entrado en barrena Jher, una de las decanas del sector nacional de la madera. Sus orígenes se remontan a 1898, en un pequeño taller familiar de la localidad vallisoletana de Íscar. Faustino Herrero puso los cimientos del negocio elaborando manualmente puertas y ventanas.

Pero el punto más alto del negocio llegó con su hijo Jesús y la fundación de Jher como sociedad anónima en 1984. En unas instalaciones de 50.000 metros, su apogeo industrial llegó a comienzos de 2000, con 250 empleados. Su final se asemeja al de muchos de los grupos que trabajaban para las inmobiliarias. Desde 2006, la morosidad de clientes deterioró gravemente su balance hasta que, finalmente, le arrastró a la insolvencia y se vio abocada a enfilar el camino del Juzgado de lo Mercantil.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Coronel Tapioca

La crisis económica tiene hoy otra nueva víctima. Coronel Tapiocca, la cadena de ropa propiedad del fondo de capital riesgo Gala Capital, no ha alcanzado un acuerdo con la banca para refinanciar los 30 millones que adeuda. El Juzgado de los Mercantil número 5 de Madrid ha aceptado esta mañana el concurso voluntario de acreedores que presentó la empresa textil



Jaime Bergel, el presidente de la firma de private equity, ha tratado por todos los medios de convencer a Bancaja, CAM, Caja Castilla-La Mancha y EBN para que aceptaran una quita de al menos un 40% de la deuda. Pero dos de estas entidades se han mostrado muy reticentes a firmar dicha propuesta por las dudas del proyecto industrial de Coronel Tapiocca.



La empresa especializada en la distribución de productos textiles relacionados con los viajes se ha visto muy afectada por la caída del consumo. En 2009, su facturación se desplomó un 25%, hasta los 27,4 millones de euros, mientras sus pérdidas ascendieron a 13,5 millones. Parte de estos números rojos fueron consecuencia del agresivo plan de ajuste puesto en marcha por Gala Capital, que supuso el cierre de 122 tiendas –el 30% de la red- y el despido de casi 500 empleados mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).



El pasado 27 de mayo, Coronel Tapiocca se acogió al artículo 5.3 de la Ley Concursal, que le concedía cuatro meses para negociar su deuda con la banca sin entrar en concurso de acreedores. Ese plazo concluye esta semana sin que hasta el pasado viernes hubiera un punto de encuentro entre las partes. No obstante, fuentes próximas a la compañía garantizan el futuro de la cadena puesto que meses atrás se alcanzó un acuerdo con proveedores para reducir los precios de las prendas y de los inmuebles, de tal modo que la enseña pueda seguir funcionando pese a entrar en suspensión de pagos.



La situación es similar a la que se produjo hace año y medio con el grupo de moda y complementos Fun & Bascis, que se declaró en concurso de acreedores a principios de 2009. La compañía siguió trabajando y presentó un plan para salir a flote, que fue aceptado en enero de este año por casi el 75% de los acreedores. La firma, que está buscando nuevos socios para financiar el crecimiento, se comprometió a pagar el 100% de su deuda en cinco años



Gala Capital compró Coronel Tapiocca en 2006 a 3i, que estuvo en su accionariado 12 años, demasiado tiempo para un capital riesgo. El importe de la transacción no fue revelado La entrada de Gala Capital significó un cambio en la cúpula directiva con la incorporación de Fernando Maudo Arranz como nuevo consejero delegado en sustitución de Roberto Alcalde, uno de los socios fundadores.



Pero Maudo Arranz, que anteriormente ocupaba el cargo de director comercial de Induyco, el mayor proveedor de El Corte Inglés, fue relevado en 2008. El empeoramiento de las cuentas y el distanciamiento con Gala Capital provocó su salida, que no solucionó la situación de la compañía. En cuatro años, sus ventas, en lugar de crecer como se pretendía en el plan de negocio, han caído de los 33 hasta los 22 millones.



Dos aciertos y un error



Si finalmente se declara insolvente, Coronel Tapiocca será la primera inversión fallida de Gala Capital, que hasta la fecha ha desinvertido con éxito en dos de sus seis participadas. En febrero de 2008 vendió un 6,7% de Cesa Eólica a Acciona por 77 millones con un retorno de la inversión de más de diez veces. Fue un éxito que se completó este verano cuando CAF compró una filial de Núcleo, su grupo de ingeniería, especializadas en tecnología para el AVE.



En su cartera está la firma de lujo Jimmy Choo, la cadena de televisión La Sexta, la empresa de informática Panda, la compañía de logística GSE Group y el resto de Núcleo. Gala Capital no ha querido hacer comentarios sobre la situación de Coronel Tapiocca.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Informe de Marsans Retrasado

80.000 acreedores contra Marsans
La administración concursal de la compañía solicita más tiempo para elaborar su informe por el alto número de acreedores.


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CONCURSO DE ACREEDORES.. Gerardo Diaz Ferran, presidente de la CEOE. . - Pablo Moreno
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A. Ortín - Madrid - 22/09/2010

La administración concursal del grupo Marsans ha solicitado al juzgado de lo mercantil número 12 de Madrid una prórroga de un mes en el plazo concedido para elaborar el informe concursal de Viajes Marsans, previsto inicialmente para el próximo 29 de septiembre. La causa principal por la que los administradores reclaman más tiempo es el alto número de acreedores de la compañía de viajes que entró en concurso el pasado 25 de junio.

Los administradores estiman que Viajes Marsans cuenta con entre 60.000 y 80.000 acreedores "teniendo esta administración concursal que revisar toda la documentación aportada por cada uno de estos acreedores para así identificar a cada acreedor", explican en el documento enviado al juez y al que ha tenido acceso este diario. Para hacerse una idea de lo que supone ese número de acreedores puede recordarse que el informe concursal elaborado en diciembre de 2008 sobre Martinsa Fadesa, el mayor concurso en España, indicaba la existencia de 5.979 acreedores; en el caso de Forum y Afinsa el número de acreedores era superior a los 200.000.

Viajes Marsans solicitó su entrada en concurso coincidiendo con el traspaso de la propiedad de la compañía efectuada por sus anteriores propietarios, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, a la firma Posibilitumm, especializada en la gestión y liquidación de empresas en quiebra. Entre los acreedores de Marsans, además de bancos y empresas de viajes y servicios, se encuentran los particulares que compraron billetes de viajes de la empresa posteriormente anulados.

La administración concursal de Marsans añade en su escrito al juzgado que además Viajes Marsans "posee activos de muy difícil valoración (participaciones, acciones en múltiples sociedades, derechos de cobro, etcétera) teniendo esta administración concursal que realizar un examen de la solvencia de las sociedades de las que Viajes Marsans es accionista o acreedora para poder valorar debidamente el valor del activo". La Ley Concursal establece el plazo de dos meses para que la administración elabore su informe provisional pero a la vista de la complejidad del proceso "entiende esta administración concursal que resulta plenamente justificada su petición de que se le conceda un plazo de tiempo extra".

Además los administradores nombrados por el juez en Viajes Marsans advierten que hay otros motivos, entre ellos "la dedicación de una parte significativa del plazo para emitir el informe provisional a intermediar en la negociación del expediente de regulación de empleo". Cuando Viajes Marsans fue declarada en concurso inició un expediente de regulación de empleo que ha afectado a 1.402 trabajadores, expediente aprobado por el juez el 30 de julio pasado.

David Velázquez, número 1 de la Escuela Judicial

David Velázquez, número 1 de la Escuela Judicial; deja la judicatura por el sector privado"Como magistrado, nunca tuve problemas con el catalán"LLUÍS AMIGUET - 22/09/2010
Tengo 38 años y he sido juez ocho. Nací en Murcia; crecí en Cáceres; fui profesor de Penal en Madrid y Alemania; he elegido Catalunya para vivir. Casado con otra juez, alicantina, tenemos dos hijos nacidos en Barcelona. Soy católico. Desde la empresa también serviré a la sociedad
Empecé Periodismo porque me gustaba y gusta escribir, pero ya en primero me di cuenta de que el Derecho era más sólido...

Y lo es.

... Fui a Madrid, donde me apasioné por el Penal hasta ser profesor ayudante del catedrático de la Complutense. Y, siguiendo a los grandes penalistas, fui a Alemania a formarme con la intención de llegar a catedrático.

¿Por qué opositó a la judicatura?

También me parecía apasionante. Pero las oposiciones lo eran mucho menos: incluso siendo profesor, me costó dos años sacarlas, aunque la media es de cinco y medio.

No es un fin de semana.

Son excesivas: 350 temas - cada uno es una bolita-,sacas cinco bolitas para el oral y expones cada tema quince minutos ante el tribunal en el Supremo de Madrid...

Deme algún consejo para opositar...

No hay trucos: disciplina y vida ordenada. Y si apruebas, te queda el año de Escuela Judicial aquí en Barcelona y las prácticas.

Usted fue número uno en la escuela.

Y me hace una tremenda ilusión, porque la Escuela Judicial es nuestro Harvard, una magnífica institución. No sólo por sus instalaciones, sino por los excelentes profesores fijos y los bien elegidos conferenciantes.

Por ejemplo... Un día cualquiera...

Tras una sesuda conferencia de un juez del Supremo, foro con el filósofo De Lucas sobre Blade runner en Derecho y Cine.

En Madrid no gustó que la escuela fuera trasladada a Barcelona.

Quien discrepaba ha tenido que admitir que es un éxito.

Para usted lo fue.

Redondo, porque, además, en la escuela conocí a mi mujer, también juez.

¿El catalán ha sido un inconveniente?

Es un idioma bellísimo que he aprendido, pero, además, debo constatar que, como magistrado, nunca me obligó nadie a hablarlo ni me sentí molesto por escucharlo.

Pues me alegra oírselo.

Y porque nos encanta Catalunya. Mi mujer, alicantina, y yo, murciano, decidimos establecernos en Barcelona y tenemos ya dos niños nacidos aquí: ya somos todos catalanes.

Enhorabuena: bienvenidos.

Después de la Escuela Judicial y tras un error ministerial que nos dejó sin destinos.

Ya pasa... .

.. Estuve en los juzgados de Plaza Castilla en Madrid para hacer prácticas...

Cuatro años de carrera, cinco de oposición, otro de escuela y otro de prácticas...

Sí, es demasiado.

... ¿Para cobrar cuánto?

Varía con los complementos de destino, pero podríamos hablar de unos 2.500 euros para quien empieza...

Pues no veo proporción jurídica entre la formación y el sueldo.

Estamos de acuerdo. Después de las prácticas, estuve en Terrassa, Vilafranca del Penedès y Mollet.

Juzgados tranquilos, para empezar.

¿¿¿Tranquilos??? Envías gente a la cárcel e impones multas muy serias tras procesos complejísimos en guardias maratonianas.

¿No trabajan sólo por la mañana?

Y tardes y noches. Es lo que no ve la gente: estás toda la mañana en vistas, pero luego tienes que estudiar y redactar sentencias, y para eso sólo te quedan las tardes y a menudo las noches, incluso las madrugadas.

Veo que siguió estudiando.

¡Qué remedio! Recuerdo haber recibido como juez en una habitación minúscula atestada de legajos a cinco primeras espadas de la abogacía - que defendían a empresarios acusados-y eran profesionales y catedráticos a los que yo admiraba ya de estudiante.

Pues ahora usted es uno de ellos: se ha pasado al sector privado.

Tenía ganas de ver un proceso desde el principio, incluso iniciarlo y estar al otro lado.

¿Y no quería cobrar más?

También, pero si me importara sólo el dinero ya no hubiera sido nunca juez.

Yo he pagado su formación con impuestos y ahora sirve a una multinacional.

No sufra, que sus impuestos están bien empleados, porque también serviré a la sociedad como abogado. Además, podré seguir enseñando Derecho en la Pompeu y Esade.

¿Por qué Millet no está en la cárcel?

Porque el juez lo ha decidido así antes de dictar sentencia. La prisión es una medida cautelar y corresponde al juez dictarla.

¿No hay razones objetivas? Son la gravedad del delito, riesgo de fuga, posibilidad de alterar pruebas...

¿En qué trabajará usted ahora?

En asesorar desde mi nueva empresa la reforma del Código Penal: a partir del 23 de diciembre, las empresas tendrán responsabilidad criminal.

Pero si no son personas...

El legislador ha querido evitar que la responsabilidad de muchos delitos se difumine y que, al no poder recaer sobre la propia empresa, al final queden impunes.

¿Las empresas podrán ser culpables?

Sí, y si son declaradas culpables, podrán ser castigadas con multas muy disuasorias...

Hay quien puede pagarlas todas.

... Pero también con penas como la prohibición de contratar con la Administración; la suspensión de sus actividades o incluso la propia disolución de la empresa.

¿También los partidos y sindicatos?

No, esos no. Ni las empresas públicas.

¿Por qué?

Buena pregunta.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Trasatlantica a Concurso

Alberto Ortín - Madrid - 20/09/2010

Sus barcos participaron en la guerra entre España y Estados Unidos de 1898. Durante el siglo XX los buques de Compañía Trasatlántica Española fueron empleados para el transporte de carga operando líneas internacionales, Filipinas, México, República Dominicana, Marruecos, Colombia, Ecuador, Panamá, Estados Unidos..., convirtiéndose en una de las principales navieras españolas. Creada por Antonio López y López, marqués de Comillas, constituida el 1 de junio de 1881, la Trasatlántica ha resistido a las dos guerras mundiales del siglo XX, el crac de 1929 o la Guerra Civil española. Pero no ha podido sobrevivir a la crisis financiera que todavía padecen las economías mundiales en pleno siglo XXI. La pasada semana, el Boletín Oficial del Estado publicaba la entrada en concurso de esta naviera histórica.

El Juzgado Mercantil número 9 de Madrid ha declarado en concurso voluntario a la empresa, conservando sus propietarios la administración de la misma pero sometida a la intervención de una administración concursal nombrada por el juez.

La situación de la naviera ha sido crítica desde finales del pasado siglo y, según expertos consultados, en los últimos años se la daba prácticamente por muerta. El Gobierno se hizo cargo de la compañía a mediados de los años ochenta, pasando a formar parte del Instituto Nacional de Industria. En los años noventa volvió a privatizarse, al ser adquirida por Naviera del Odiel, otra histórica naviera española que perteneció a la familia Pereda.

Ya en el siglo XXI el grupo Odiel cambió de manos y con él la Trasatlántica. Una sociedad de inversión, Lajavi, administrada por Javier Villasante, ha sido el último propietario de la Trasatlántica, según datos de la empresa en el Registro Mercantil.

Las últimas cuentas presentadas por esta sociedad, correspondientes al ejercicio 2007, indican que ese año Lajavi compró las acciones de Naviera del Odiel por 7,4 millones. Lajavi explica en la memoria de 2007 que para hacer frente a esa adquisición se endeudó a largo plazo con empresas del grupo o vinculadas. Este diario trató la pasada semana de localizar a representantes de Lajavi o de Naviera del Odiel, pero no fue posible.

Las últimas cuentas oficiales de Compañía Trasatlántica Española que pueden consultarse se corresponden con su ejercicio del año 2006, presentadas al Registro Mercantil en noviembre de 2007, estando la empresa ya administrada por Javier Villasante. "Su actividad principal", dice la memoria de la naviera del año 2006, "consiste en la realización de fletes marítimos mediante la explotación de líneas regulares de transporte convencional o contenerizado por buques propios o de terceros, si bien durante el ejercicio ha prestado estos servicios con buques arrendados". Ese año la Trasatlántica explotaba líneas regulares entre la Península y Canarias, Turquía y Grecia y entre el norte de Europa y Puerto Rico.

De acuerdo a la memoria de la Trasatlántica, varios factores explican su reciente entrada en concurso. La compañía mantenía una deuda en 2006 de 90,9 millones de euros y unas pérdidas de 4,7 millones de euros, el doble que un año antes. La mayor parte de la deuda proviene de los créditos que solicitó la empresa para la construcción de dos buques, en 2005. Los ingresos de Trasatlántica en 2006 fueron de 33,8 millones, frente a los 50,3 millones facturados un año antes.

Entre 2005 y 2006, la fortaleza del euro y el encarecimiento del precio del combustible dificultan el pago de las deudas de Trasatlántica. La compañía explica que el mayor valor del euro "ha significado que el volumen de exportaciones a América disminuyera considerablemente" así como la entrada del competidor Mediterranean Shipping Company, "con una política de precios muy agresiva" que "supuso una merma considerable en los ingresos".

La Trasatlántica admite en sus cuentas de 2006 que había "incurrido en pérdidas acumuladas que han dejado el patrimonio social por debajo de las dos terceras partes de su capital social", un desequilibrio que la compañía debía haber corregido en el plazo de un año. La última, y triste, aparición en documentos oficiales de la Trasatlántica tuvo lugar la pasada semana, en el BOE.

pública privada

Compañía Trasatlántica Española pasó a ser una empresa pública en los años ochenta del siglo XX, siendo controlada por el Instituto Nacional de Industria. En los años noventa volvió al ámbito privado, al ser adquirida por el grupo Odiel, controlado por la familia Pereda.
130 años surcando éxitos y fracasos

La larga vida de Compañía Trasatlántica Española está plagada de historias de éxito y de fracasos. Desde sus orígenes la compañía afrontó dificultades que fue superando a base de inyecciones de capital o traspaso de acciones. Durante la guerra de 1898 entre España y Estados Unidos la Trasatlántica, que según webs especializadas transportaba material y personal militar burlando el bloqueo estadounidense, perdió varios buques. Tras la guerra sus barcos repatriaron al personal militar desde Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

A comienzos del siglo XX la compañía empezó a centrarse en el negocio de transporte de carga cubriendo líneas internacionales. La llegada de la Segunda República a España no favoreció a la Trasatlántica, que unos años antes había iniciado una profunda modernización de sus barcos. En 1932 se rescindió un importante contrato entre el Estado y la Trasatlántica, obligando a la empresa a abandonar algunas líneas (y a cambiar el nombre de uno de sus barcos, Alfonso XIII por el de Habana).

La Guerra Civil española supuso que varios de los barcos de la empresa fueran destruidos o confiscados. En los años cincuenta la empresa logra recuperarse, pero una década después sus cuentas vuelven a registrar fuertes pérdidas. El Gobierno tomó el control de la empresa en los ochenta y a mediados de los años noventa volvió a privatizarse.